Quizá

Oigo una tórtola llamando a su pareja en el jardín. O quizá esté dándome la razón. O quizá se la esté dando a esa nube rojiza que arrastra el viento. Quizá morimos cuando despertamos y la vida es eso que pasa mientras dormimos. O quizá seamos el inquieto sueño de un dios con flatulencias. Quizá.

Tengo que salir a comprar el pan, como casi todas las mañanas y enfrentarme a la calle pensando que soy un pedo en el culo de dios me anima un poco, quizá. Tengo que reirme, el humor básico, pueril y escatológico siempre da resultado. Aunque en este caso quizá lo podríamos catalogar de divino también.

Estoy dejando que mi pensamiento fluya entre las rendijas, grietas llenas de flatulencias que afloran a la superficie y vuelvo a lo escatológico, quizá porque es lo único que me viene a la mente. Quizá porque mis pensamientos negros se están volviendo marrones por el desgaste. O quizá porque ya no puedo pensar nada sólido y me afloran tan sólo gases y vapores.

Oigo la mañana pasar como un susurro en mis oídos, zumban de aburrimiento. Soy capaz de acallar ese ruidillo introduciéndoles unos cascos y poniendo rock'nd roll a todo volumen. Pero el zumbido seguro continuaría inmutable, como las tripas de nuestro flatulento dios, haciendo fluir los gases, cambiando para que nada cambie. Pero cuando intento escuchar su ruido, que es el mío, huye. Cuando le presto atención se para y se aleja y sólo vuelve cuando dejo de buscarlo. Está jugando conmigo, quizá. Quizá encontrar la realidad en lo incontable, en lo imaginado, no es posible. O lo imaginado es tan real que detiene los flujos místicos. Quizá la nube que ha pasado no se ha enterado de nada, ocupada en sus propios gases. O quizá es el sueño vivo de otro dios colgando en el vacío aire y lo ve todo.

La tórtola sigue con su cantinela y se me está haciendo ya un poco pesada: cu-cuu-cu, cu-cuu-cu. Se sentirá sola y abandonada, quizá. O quizá no soporta su flatulento fluir en las tripas de dios. Quizá necesita decir algo para huir de su zumbido. Quizá. Me gustaría mostrarle mi escatológico pensamiento de ateo, quizá su monótona llamada se tornara en carcajada. Quizá.