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Defenestrando la vida

Estos aburridos días de confinamiento

Notxor
2020-06-12

Hoy no tenía pensado escribir nada en el blog. Llevo tiempo sin escribir nada coherente, y mira que he tenido tiempo para hacerlo durante todo el confinamiento; sin embargo, por alguna razón no me he puesto. Bueno sí cerré algún borrador para el blog, pero a la larga, no eran más que labores de limpia y pule de temas que llevaban ya en la recámara algún tiempo.

Ahora mismo me apetecía escribir algo, sin borrador, al estilo que llamo post suicida: parido y escrito en el momento, sin reposar, sin pulir y sin enmendar. Viendo que, por fin, el confinamiento parece que se acaba, me encuentro haciendo un repaso de las cosas que he hecho estos días en casa, encerrado con Internet como ventana al exterior. Al principio del encierro participé en videoconferencias muy por encima de mis posibilidades. Parecía que íbamos a morir de aislamiento y teníamos que ver caras humanas y oír otras voces, aparte de las familiares, por sobre todas las cosas. Luego me he ido relajando y he procurado no conectarme a nada y aprovechar ese tiempo en mí, en mi familia y en mis cosas. Durante aquellos primeros momentos de conexiones y estrés relacional fue un «sin vivir» que no debía durar.

Así, he conseguido terminar algún proyecto, como un curso de Seguridad Informática Básica para Psicólogos que el jueves pasado, el 4 de junio, se abrió de forma gratuita para los colegiados del COPPA (Colegio Profesional de Psicología de Aragón). El curso son unas 12 horas de formación y cuenta con su correspondiente certificado. Aunque es un curso a distancia que cuenta con autoevaluación y los alumnos se lo pueden distribuir como quieran, estoy en la plataforma (Moodle) como profesor y le estoy haciendo un seguimiento de cómo avanzan los alumnos (a fecha de hoy 41 personas inscritas, de las cuales 3 ya lo han terminado). También han reportado algún error en el foro del curso y lo he podido subsanar. Me sorprende que no hayan reportado más, dado que era la primera vez que hacía un curso de este estilo, partiendo de cero. En principio, el curso lo hacía por iniciativa propia y gratis, sólo por ver que los psicólogos en general se preocuparan un poco de las herramientas que usan, de la confidencialidad de sus datos y comunicaciones. Sin embargo, una vez finalizado, el COPPA ha decido pagarme el trabajo, lo cual siempre es de agradecer.

Otros proyectos en cambio se han quedado por el camino y a pesar de cierto empeño en empujarlos hacia adelante, al final acaban encallando contra escollos que nada tienen que ver con el proyecto en cuestión. Esto ha pasado, por ejemplo, con el proyecto de aprendizaje que me había planteado. Ya hablé aquí en el blog sobre aprender erlang y hacer un proyecto para desarrollar los conocimientos adquiridos. No quise hablar sobre ese proyecto porque tenía muchas ganas de acabarlo, ─ya sabéis que cada vez que hablo de un proyecto y cuento de qué va, acaba en vaporware de manera automática─. Esta vez, sin necesidad de contar de qué iba, el proyecto está dando sus últimos coletazos, ─o quizá mejor decir bocanada, por aquello del vapor─.

Es una lástima, porque me gustaba el proyecto. El caso es que el otro desarrollador y yo no nos hemos entendido. Durante la mayor parte del desarrollo conjunto he tenido la sensación anímica de ser gilipollas, durante todo el rato. Llegaba a hacer los commits con miedo a la bronca y a la frustración. Creo que en todo ese tiempo no he hecho nada al gusto del otro desarrollador, nunca. Todos los días eran discusiones sobre ─para mí─ cuestiones intrascendentes y detalles que a mí se me escapaban y que el otro se empeñaba en que los viera por mí mismo porque eran importantísimos y fundamentales. Al final, para lo único que ha servido es para desgastar una amistad de años a través de IRC. Porque durante todo ese periodo lo que he sentido es menosprecio a mi trabajo y a mi inteligencia. Y cuando se lo dije, con la esperanza de que se relajara con el tema, tampoco cambió de actitud, añadiendo algún comentario más referente a la dureza de mi personalidad. Después de todos estos días aún no sé dónde he fallado ni por qué me he sentido atacado tan duramente. Seguramente será un error de percepción mío. Intenté obviarlo, con el ánimo de continuar el proyecto, pero al final me ha superado y he decidido abandonar. Espero que pronto se me pase todo el rencor que el tema me ha hecho acumular y que me estaba haciendo más daño del que pensaba. El proyecto que comenzó para divertirme acabó convirtiéndose en una tortura psicológica y en mal rollo.

El proyecto me sigue gustando: es un MUD, o debería decir iba a ser un MUD. Hecho desde cero en erlang: habíamos comenzado levantando un servidor, porque la parte cliente se lleva a través de telnet, aunque usáramos el más moderno netcat, se mantuvo la compatibilidad con telnet. A ese servidor, le fuimos añadiendo características, de modo que al recibir instrucciones del tipo «mirar objeto», nos mostrara una descripción del mismo, etc. Si has jugado alguna vez en algún MUD o alguna aventura conversacional sabes qué tipo de comandos soportan.

La temática interna no estaba aún desarrollada, tenía en mente dos posibilidades: una era algo cyberpunk, situándose en una estación espacial en órbita alrededor de un agujero negro; la otra era el más clásico formato de fantasía de capa y espada, que es lo que más suele triunfar en el mundillo del MUD ─demasiado enfocado a temáticas de rol─. Lo que más me interesaba del proyecto era el facilitar a los usuarios las herramientas necesarias para ampliar y crear «mundos paralelos» que pudieran completar el propio MUD, bien creando «aventuras conversacionales» para que los demás pudieran disfrutarlas, bien creando nuevos mundos o zonas dentro de los mundos, donde interactuar con otros jugadores.

No iba a ser el típico MUD rolero, con puntos de vida y magia que al final se convierten en un mata-mata de texto. La intención era proporcionar un espacio para la creación de mundos paralelos. O, si no hubiera usuarios finales, ─algo que sería lo más normal, porque ya casi nadie se acuerda de este tipo de juegos─, al menos me daría a mí la oportunidad de crear un mundo virtual completo, en el que cualquiera se pudiera mover y disfrutar sin la presión de «subir de nivel» y «matar al enemigo», que pudiera interactuar con otros personajes, con otros jugadores y con los objetos del mundo. O por decirlo de otro modo, crear una especie de historia no lineal en la que los jugadores podrían decidir qué hacer o qué camino tomar en el curso de los acontecimientos.

El proyecto acabará, seguramente como tantos otros, en waporware. Pero aún no está abandonado, sigo con él aunque supongo que llegará un momento en que me encallaré y no sabré salir de algún atolladero donde me habré metido yo solito. Cuando decidí acabar con la colaboración, cloné el repositorio en un bare más particular y cambié la URL del origin, en el config. Voy haciendo cosas a mi manera, aunque sigo un poco la estructura que veníamos trayendo durante la colaboración. Pero ya no me preocupa el ir poco a poco, sino el hacer lo que creo que podría bloquearme. Por ejemplo, antes de la separación entendía algunos comandos sencillos, de «verbo» o «verbo+objeto». Pensé que un escollo donde encallarían mis habilidades de programador sería desarrollando comandos más complejos con estructura «verbo+objeto directo+objeto indirecto», del tipo pon la manzana en la mochila. Sin embargo, contra todo pronóstico, lo he conseguido sin mucha dificultad, así que me he planteado el ir poniéndome ese tipo de retos. De todas formas, acabará en vaporware, al menos voy a probarme con ello... y si no encallo gravemente, lo mismo hasta sin darme cuenta lo completo.

En otro orden de cosas, llevo también a rastras otro, en realidad no puedo llamarlo porque no lo es, proyecto. Hace tiempo, para practicar esperanto lo que hago es leer mucho y traducir. Aprovechando la traducción, suelo hacerlo desde el inglés al esperanto y así, algo mantengo de los dos idiomas. Para ello, normalmente elijo textos de longitud media o capítulos sueltos de algún libro. Quizá por vagancia, por ahorrarme el tiempo de búsqueda de textos, comencé a traducir Dune, de Frank Herbert, del inglés y el otro día me di cuenta que ya llevo traducido el 60% de la primera novela y me ha entrado el gusanillo de terminar la traducción completa. Aunque sin ánimo de hacer nada más con ella que montarme un epub y disfrutar de la lectura de esa obra en esperanto.

No sé si disfrutaré de tal lectura, porque seguramente terminaré fijándome más en ese acusativo que se me olvidó o en aquel error gramatical. Pero bueno, ya veremos cómo acaba la traducción y su posterior lectura.

Conclusión

En luces y sombras he estado estos días de confinamiento. Completando algunos proyectos, retomando otros, pero no dejando en barbecho, de momento ninguno.

Necesitaba, sin embargo, escribir sobre ello para ahuyentar algunos demonios de mi cabeza y algún cabreo que otro.

Categoría: varios proyectos

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